Cuando tenemos un amigo en el destino de viaje
Maximizando las oportunidades y opciones de contar con un amigo en el lugar por el que viajamos
24.05.2024
Una aproximación al país de destino… que dependerá del prisma cultural
Es obvio que, cuando tenemos un amigo en el destino por el que vamos a desarrollar nuestro próximo viaje, contaremos con una serie de ventajas a las que difícilmente podríamos acceder de otra forma. Pero, ¿en qué se materializan exactamente esas ventajas, y cómo podemos aprovecharlas mejor?
Para entender bien esas ventajas, hay que comenzar distinguiendo entre dos situaciones bien diferenciadas: que nuestro amigo comparta nuestra misma cultura (el clásico amigo de nuestro país que se ha marchado a vivir fuera), en cuyo caso vamos a acceder a una aproximación al país de destino a través de nuestro mismo prisma cultural, o que nuestro amigo sea originario del lugar que estamos visitando, en cuyo caso la aproximación que nos pueda hacer a su país va a ser más, por así decirlo, “pura” (aunque también “peor traducida” a nuestra propia cultura). También podría darse la situación de que el amigo con el que contemos en el destino no sea ni de nuestro propio país, ni tampoco originario del destino (me ha ocurrido, por ejemplo cuando visité Costa Rica acompañado por un amigo venezolano que vive allí).
Ayuda con la búsqueda y reserva de alojamiento
Una primera ventaja a la que vamos a acceder es la ayuda que nuestro amigo nos va a poder prestar con el alojamiento. Y no me refiero solamente al hecho de que nos pueda alojar en su casa, algo que por supuesto puede ocurrir (y algo con lo que, por cierto, soy algo escéptico, ya que más allá del evidente ahorro de dinero le veo más inconvenientes que ventajas, aunque ello excede del alcance de esta entrada), sino también porque, sin ese no es el caso, nos puede ayudar a encontrar buenas opciones de alojamiento en una ciudad que obviamente él va a conocer mejor.
Cuando viajé a China en 2016, por ejemplo, un amigo español que allí vivía -y que allí vive en el momento de redactar esta entrada- me dio a conocer una web de reserva de alojamiento online que funcionaba mucho mejor a nivel local que las webs que son más conocidas en Europa (también, él mismo reservó algunos de esos alojamientos utilizando recursos locales y también sirviéndose de amistades que a su vez tenía en distintas partes del país). Además de la ayuda con las reservas online, nuestro amigo en el destino también puede recomendarnos alojamientos en zonas o barrios concretos de la ciudad en la que vive, bien porque presenten ventajas (por ejemplo, de seguridad, o de ubicación), bien por estar cerca del lugar en el que él vive e ir a resultar más cómoda la logística para encontrarnos en los días en los que quedemos para hacer cosas juntos. A continuación, una imagen del logo de Agoda, una web de reserva de alojamiento online especializada en destinos asiáticos.
Visita a ciudades o barrios no turísticos
Tener un amigo en el destino también puede venir bien para visitar lugares no turísticos. Bien se puede tratar de una ciudad, bien de un barrio; en mi viaje a China de 2016 visité la ciudad de Shijiazhuang, que de ninguna manera hubiera estado en mi itinerario de viaje por el país de otra forma, y que es una buena aproximación a “una ciudad china cualquiera”, en la que sin duda todo es más auténtico que en las ciudades expresamente preparadas para el turismo. De la misma forma, en mi viaje a Costa Rica de 2022, me alojé en el mismo barrio en el que mi amigo vivía, pudiendo conocer cómo es un barrio residencial cualquiera de la ciudad de Heredia. La siguiente imagen es de la ciudad de Shijiazhuang.
Información sobre los locales
¿Cómo no hablar de todo lo que nuestros amigos presentes en el destino nos pueden contar acerca de la cultura local del país que visitamos? Sencillamente, en esas ocasiones tenemos el privilegio de poder acceder al conocimiento que ellos han adquirido en todo el tiempo que llevan viviendo en el país en cuestión (en los casos en los que he contado con la ayuda de un amigo en mi destino de viaje, se trataba de años). Por ejemplo, en mi viaje a China, mi amigo me contó numerosas cosas sobre los chinos, su modo de vida, sus costumbres, su mentalidad, y también sobre el sistema educativo del país, que él conocía bien al trabajar como profesor. Se trata de un tipo de conocimiento al que no se puede acceder si se viaja sin esa compañía del amigo que vive allí. Lo mismo me ocurrió en el viaje a Costa Rica, donde mi amigo me contó muchos pormenores de la forma de ser y de actuar de los “ticos”.
Otras ayudas o experiencias
Por último, no hay que olvidar otra serie de ayudas que nuestros amigos en el destino nos pueden prestar, así como otras experiencias que podemos vivir con ellos. Por poner algunos ejemplos, sin duda es una ventaja poder viajar en el coche particular de nuestro amigo -como me ocurrió en Costa Rica-, tanto por aprovechar las ventajas del viaje en coche privado, como por conocer las carreteras del país, además de la mano de los comentarios y explicaciones que nuestro amigo nos pueda ir brindando. En otra ocasión, en una breve estancia en Panamá que acometí con motivo de una escala larga, un amigo que allí tenía no pudo atenderme como le hubiera gustado por motivos de trabajo, pero sí me ayudó a conseguir un taxi que, por un módico precio, me sirvió para visitar algunos lugares interesantes de la ciudad en el breve tiempo en el que ella estuve. Y por último, otra buena experiencia que se puede vivir cuando se tiene un amigo en el destino, es la de quedar para simplemente comer, cenar o dar un paseo, un tiempo en el que seguramente nuestro amigo también nos contará cosas interesantes, además de poderse disfrutar del rato pasado con él (es algo que he hecho con amigos que viven en Buenos Aires y en Arequipa).
Publicado por Sergio Gonzalo 8:15 Tagged aprovechar_el_viaje durante_el_viaje aprendizaje amigos_en_el_destino