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Repetir destinos, tan interesante como visitar nuevos

El encanto y el interés de visitar destinos en los que ya hemos estado antes

La elección de repetir destino o visitar uno nuevo

En muchas ocasiones se nos plantea el dilema de si, en nuestros próximos viajes, es más conveniente seguir conociendo países y destinos en los que aún no hemos estado, o si por el contrario merece la pena visitar alguno de los que ya conocemos, bien porque nos apetezca volver, bien porque en él queramos hacer cosas diferentes a las que hicimos en nuestro anterior viaje.

Con frecuencia, tendemos a casi siempre querer visitar destinos nuevos, menospreciando de alguna forma los posibles viajes repetidos a destinos que ya conocemos. Esta entrada pretende ofrecer una visión de las múltiples ventajas que se pueden encontrar cuando repetimos un destino de viaje.

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El encanto de sentir el paso del tiempo

Uno de los principales atractivos de repetir un destino radica en la posibilidad de sentir cómo el paso del tiempo se ha dejado notar en el destino que conocemos de un viaje anterior y que ahora visitamos de nuevo. Obviamente, todo va a depender del tiempo que haya transcurrido desde nuestro anterior viaje al lugar, pero solo con que hayan pasado unos años, seguro que como viajeros podemos experimentar diferencias en el aspecto de algunos lugares, en la gestión que se hace de la ciudad, en la mentalidad de la gente o en el nivel socioeconómico del país. Esto, sin duda, nos ayudará a entender mejor la evolución que el país está experimentando, o el momento histórico en el que se encuentra. En definitiva, a comprenderlo mejor como país.

También es posible que notemos el efecto que el paso del tiempo ha provocado… ¡en nosotros mismos!, ya que puede que se den situaciones como las de que nuestros intereses hayan cambiado, que algo que antes tolerábamos muy bien ahora haya pasado a molestarnos (o al revés), o que nuestra percepción sobre un lugar o un aspecto del mismo haya variado considerablemente. Por último, repitiendo un destino también podemos aprender sobre el propio viaje, ya que nos daremos cuenta de cosas curiosas como por ejemplo no recordar en absoluto haber estado en cierto lugar, porque este no nos suene de nada (cuando seguramente habremos estado si se trata de uno de los principales atractivos de la ciudad) o también recordar un lugar concreto de una manera muy diferente a como en este nuevo viaje lo estamos percibiendo, dejando claro lo selectiva que es la memoria con la vivencias experimentadas en los viajes.

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Lo que nos perdimos en nuestro anterior viaje

Otra gran ventaja de repetir un destino está en la posibilidad de hacer, en el destino que repetimos, cosas nuevas que no pudimos acometer en nuestro anterior viaje. Esto puede deberse a distintos motivos; si no hicimos algo en nuestro anterior viaje puede deberse a que no tuviéramos tiempo (me ha ocurrido en varias ocasiones que he estado demasiado poco tiempo en una ciudad), a que en aquel momento no conociésemos o no nos interesase esa actividad (por ejemplo, a mí el turismo relacionado con la historia del viaje empezó a interesarme a partir de cierto momento), a que alguna circunstancia -eventual, o meteorológica- nos impidiera acometerla o disfrutarla plenamente (por ejemplo en Ciudad del Cabo no pude visitar dos de los principales atractivos de la ciudad por el mal tiempo y por la celebración de un carnaval), o sencillamente, a que en aquel momento la actividad, o el objeto de la misma, no estuviese disponible (por ejemplo, en el destino se puede haber abierto un nuevo museo, o erigido un nuevo monumento).

Incluso si ninguna de las circunstancias anteriores concurre, puede darse el caso de que, ahora, preparando un nuevo viaje a un destino ya conocido, nos informemos de cosas adicionales que podemos hacer en él y obtengamos información interesante, como la de algún nuevo barrio que visitar, un nuevo restaurante en el que comer o una exposición que vaya a estar en la ciudad en el momento de nuestro nuevo viaje.

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Dejando que el viaje nos sorprenda

También, hay que tener en cuenta que cada viaje es diferente, independientemente de que el tiempo haya pasado o no, y de las cosas que intentemos hacer en el destino. Hay que tener en cuenta que un mismo viaje (de una misma persona, por un mismo lugar) ya sería diferente con que solamente todo transcurriese un minuto después, ya que las vivencias que se podrían experimentar serían diferentes. Por ello, no hay que dudar de la capacidad del viaje para sorprendernos por mucho que estemos repitiendo destino.

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Combinar un destino conocido con otros nuevos

Por último, nunca hay que olvidar que… no todo es blanco o negro, y la visita a un destino que ya conocemos perfectamente puede ir acompañada por la visita a lugares nuevos para nosotros, que no conocemos. Si se trata de un país grande, podemos sencillamente elegir nuevas ciudades que visitar, aparte de las que ya conocemos. Si se trata de un país pequeño, la nueva visita se puede combinar con la de alguno de los países vecinos, avanzándose en ese segundo caso en lo que sería el mejor conocimiento y entendimiento de la región.

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Publicado por Sergio Gonzalo 7:38 Tagged destinos aprovechar_el_viaje preparar_el_viaje durante_el_viaje

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